Un día en la Ruta 66
Probablemente la Ruta 66 sea la carretera más famosa del mundo. Une Chicago y Los Ángeles en un viaje de cerca de 4000 kilómetros del cual dimos cuenta a finales de 2019. Precisamente este tramo de la Ruta 66 no le conocíamos, ya que entonces fuimos directamente desde L.A. hasta Death Valley.
La Ruta 66 probablemente sea la carretera más famosa del mundo
Hoy os traemos al blog la parte que recorrimos en nuestro viaje de 15 días por la Costa Oeste. Tras conocer San Francisco y la costa californiana a través del Big Sur, la 5º etapa nos trae hasta la mítica carretera norteamericana.
Índice
Barstow
Llegados desde el Big Sur, del cual os hablamos en un post dedicado a ello, hicimos noche en el motel California Inn de Barstow, y es desde aquí donde comienza nuestra etapa. Barstow es una joven ciudad californiana, fue fundada en 1947. A lo largo de su calle principal encontramos diversos murales dedicados a la Ruta 66.
Casi todos los pueblos de la Ruta 66 tienen un diseño similar, una calle principal que atraviesa toda la población, que forma parte de la Ruta 66, y donde se asientan la mayor parte de los negocios. Barstow no es una excepción, aunque muchos de estos negocios se encuentren hoy abandonados. Aún así, aún podemos ver un par de antiguos moteles. El motel Cactus sigue teniendo actividad, no podemos decir lo mismo del motel Sands, el cual parece estar ocupado. En Barstow encontramos tres interesantes museos. Uno dedicado a la Ruta 66 y los otros dedicados al ferrocarril y al valle del río Mojave.
Calico Ghost Town
A las afueras de Barstow se encuentra Calico, un antiguo poblado minero de la fiebre del oro que ha sido reconvertido en parque temático. La mayor parte de sus antiguos locales ahora son tiendas de souvenirs, camisetas, chucherías o restaurantes. Lo poco que conserva en estado original si resulta interesante, pero es poco lo que aun se mantiene intacto.
Tiene alguna atracción, lo que justifica la visita a Calico si viajáis con niños, si sois adultos, al menos a nuestro entender, no merece la pena su visita. Abre diariamente de 9:00 a 17:00 y el precio de la entrada, según su web, varía de 10$ a 20$ por persona. Nosotros pagamos 8$ cada uno, no entendemos nada…
Amboy
De camino a Amboy, el cual poco tiene que ofrecernos, la carretera tiene bastantes símbolos de la Ruta 66 pintados en el asfalto. Aquí la carretera discurre paralela a Interestatal I-40, por lo que prácticamente no pasan coches y os podéis hacer la foto de rigor en alguno de ellos. En Amboy se encuentra uno de los míticos moteles de la ruta, Roy’s, en la cual no nos dejaron parar porque había un rodaje. Una cosa curiosa que tiene Amboy es un cráter volcánico, si os sorprende el paisaje negro, ya sabéis a que se debe. Se puede visitar la zona volcánica, pero si vais en época de calor, no olvidéis llevar agua y gorra porque la zona es un secarral.
Needles
Hasta Needles lo que habíamos visto de la Ruta 66 no nos había llamado mucho la atención respecto a lo que ya conocíamos de ella, pero en Needles la cosa cambia. Es el último pueblo de California antes de entrar a Arizona. Aquí volvemos a ver bastantes murales, antiguas gasolineras y tiendas de souvenirs. Tiene un museo regional, y si el hambre aprieta, nuestra recomendación es el restaurante Wagon Wheel, de cocina 100% americana. Cuando entréis a Arizona es buen lugar para echar gasolina, cerca del límite estatal vimos precios mucho mas bajos con respecto a los de California.
En Needles volvemos a sentirnos en la Ruta 66 que ya conocíamos
Oatman
Ya en Arizona, un lugar de paso obligado es Oatman, el pueblo de los burros. Y es el pueblo de los burros porque los mineros los abandonaron aquí cuando dejaron el pueblo al cesar la actividad minera tras la II Guerra Mundial.
Hay diferentes locales donde comer y comprar recuerdos, incluso un hotel por si queréis pasar la noche. A diferencia de Calico, en Oatman si que merece la pena echar un rato y sentirte parte de la fiebre del oro.
Kingman
Tras atravesar las Black Mountains y disfrutar de las vistas desde Sitgreaves Pass, llegamos a Kingman. Aquí sí, aquí ya puedes sentir al 100% que estas en la Ruta 66. Visita obligada es la que hay que hacer a su centro de visitantes y a alguno de los diferente museos dedicados a la 66, al ferrocarril o a la historia del pueblo navajo. Antiguas cafeterías de sabor 100% americano donde comer o cenar e históricos hoteles te esperan también en Kingman.
Si tienes pensado visitar el Gran Cañón, desde Kingman puedes acceder al West Rim, cuya principal atracción es el Skywalk, una pasarela de cristal al vacío. Si éste es tu plan, quizá te interese hacer noche en alguno de sus hoteles, ya sean moteles típicamente 66 o en alguno más moderno de las cadenas más conocidas.
Al salir de Kingman en dirección Seligman, siempre y cuando vayas siguiendo la histórica Ruta 66 y no cojas la I-40, te irás encontrando pequeños pueblos con alguna que otra cosilla que ver.
- Hackberry General Store, una destartalada gasolinera y tienda de souvenirs 100% Ruta 66.
- Valentine Station, otra gasolinera. Menos destartalada que la anterior, pero cerrada en el momento de nuestra visita.
- Gas N Grub, un lugar que no sabemos muy bien como calificar. Mezcla de granero y gasolinera con una señal gigante de la 66.
- Peach Springs es un pueblo de la tribu Hualapai. Tan Hualapai es que puede qué, si tienes que hablar con alguien de allí, igual no sabe hablar inglés, comprobado.
- Grand Canyon Caverns, unas cuevas naturales que nos quedamos con las ganas de ver. No estaba cerrado, no, simplemente el extraño tipo que había y que creemos era el encargado, directamente nos ignoró. Tan extraño era el susodicho como el lugar…
Seligman
Seligman es uno de nuestros favoritos de toda la ruta. En él se respira ambiente 66 en todos y cada uno de sus rincones. Según entras al pueblo te encuentras con General Store, una tienda de souvenirs con un par de coches sesenteros.
Seligman es buen sitio donde comprar algún recuerdo de la 66
Vas avanzando y se suceden cafeterías como Roadkill Cafe o el Historic Route 66 Motel, nuestra elección para dormir en esta etapa. Entre General Store y Roadkill Cafe hay lo que parece un decorado de película del oeste, y hasta la antigua cárcel del pueblo puedes ver ahí.
Muchos murales decoran los diferentes negocios que hay a lo largo de la calle principal hasta que llegas a Seligman Sundries, una cafetería vigilada por varios de los coches de la peli de Cars. A continuación, Cooper Cart tiene uno de los murales más chulos de todo el pueblos. Y por supuesto Rusty Bolt, para nosotros la tienda mas top del pueblo. La reconocerás por los maniquíes que decoran sus fachadas, si buscas matrículas americanas, aquí encontrarás algunas muy antiguas. Antes de abandonar Seligman, quedan algunos moteles y otras tiendas donde comprar algún recuerdo del viaje.
Williams
Entre Seligman y Williams pasaremos por Ash Fork, un desvencijado pueblo que cuenta con un pequeño museo de la Ruta 66. Williams es el final de la Ruta 66 en nuestro viaje por la Costa Oeste. Si no has hecho noche antes, es muy buen sitio donde hacerlo, nosotros dormimos en el hotel Canyon Country Inn al hacer la ruta al completo. Williams tiene bastante oferta hotelera, así como diversos locales donde tomar un típico desayuno americano y restaurantes de sabor 100% USA.
Williams es la puerta de entrada al Gran Cañón
Como siempre, a lo largo de su calle principal es donde vais a encontrar todos los servicios. Para cenar, hay que hacerlo antes de las 20:00, de lo contrario igual os lanzan un pequeño gruñido como nos pasó en nuestra primera visita a Williams. También hay varios murales y tiendas donde comprar regalos y recuerdos de vuestro paso por la 66.
Williams también es la puerta de entrada a la parte más popular del Gran Cañón, el South Rim tiene el mayor número de miradores sobre el famoso cañón y queda a una hora de Williams.
Y es el Gran Cañón el siguiente destino de nuestro viaje por la Costa Oeste, sigue la aventura!